
El viernes pasado me puse la camiseta de la Selección Colombia con mucha emoción. En vista de que mi esposo y mi hijo–como buenos gringos–me abandonaron porque no les gusta mucho el soccer (fútbol en inglés) me rodeee de unas figuritas de la Virgen María Auxiliadora, el Diviño Niño y un par de arcángeles.
Tan pronto empezaron a correr los chilenos sentí que estaba viendo un derby ecuestre y no un partido de fútbol. La velocidad de estos jugadores dejaban exhaustos hasta al televidente. Continuar leyendo «La mejor actuación fue la del VAR»