
Hola queridos lectores,
Espero que el 2022 los esté tratando con cariño. Mi Vida Gringa me ha mantenido bastante ocupada alejándome de la escritura. Sin embargo, desde el inicio de esta semana he seguido una noticia que pocos medios en Estados Unidos han escogido, ya que la obsesión por la posible invasión de Rusia a Ucrania es más jugosa.
Según el diario Wall Street Journal y Johns Hopkins University, el promedio de muertes en siete días en Estados Unidos llegó a 2.258 el martes 25 de enero—1.000 muertes más que el día más alto en febrero del año pasado.
Si bien es cierto que la gran mayoría de muertes se registran dentro del grupo de personas no vacunadas—el reporte del Centro de Control de Enfermedades (CDC) del 21 de enero apunta a que la tasa es 68 veces más que la de la población vacunada—el Coronavirus en sus diferentes versiones continúa cobrando la vida de muchas personas.
Los siguientes son los porcentajes de las muertes por Covid-19 en Estados Unidos hasta el 28 de enero. Están listados en la página del CDC, divididos por grupo étnico e incluyen todas las edades:
Blanco-No Hispano 62.3%, Hispano-Latino 16.8%, Negro-No Hispano 13.8%, Asiático-No Hispano 3.4%, grupo múltiple-No Hispano 2.4%, Indio Americano 1.1%.
Ahora, comparé estas cifras con las de obesidad recopiladas hasta el 2020:
Negro-No Hispano 40.7%, Hispano-Latino 35.2%, Blanco-No Hispano 30.3%, Asiático-No Hispano 11.6%
Infortunadamente, los hispanos estamos en el segundo puesto de ambas categorías y no me sorprende, pues la obesidad triplica el riesgo de muerte por Covid.
Teniendo en cuenta lo anterior, me puse a pensar en el ascenso de las cifras de muertes en Colombia. Luego de haber estado por debajo de 50 por varias semanas, actualmente están por encima de 250.
Los medios y agencias gubernamentales de salud, tanto en EEUU como en Colombia, insisten en que la variante de Covid Omicrón es más contagiosa y por esto los casos y las muertes aumentan inevitablemente
Pero entonces cómo se explica que varios países de Europa—Holanda, Dinamarca, Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania, Portugal entre otros—a pesar de haber visto el mismo incremento de casos las muertes continúan en descenso.
La semana pasada mi esposo y yo tuvimos la oportunidad de charlar con un amigo quien es un alto directivo de uno de los hospitales más grandes de mi ciudad. Uno de los aspectos que discutimos fue que la gran mayoría de los pacientes que han muerto en su hospital–desde el inicio de la pandemia hasta hoy–eran obesos.
Nos explicó que un paciente que sufría de obesidad pudo vivir sin haber sido diagnosticado con diabetes, hipertensión o enfermedad cardiovascular. En consecuencia, al ser admitido en urgencias no listó ninguna preexistencia, pero el progreso y desenlace de la enfermedad fue el mismo.
Como lo he pensado y escrito desde el inicio de la pandemia, el coronavirus es un enemigo que tiene muchas cosas a su favor. Además de la rapidez de contagio y propagación, el virus se nutre de la falta de información de sus víctimas.
Covid-19 siempre va a encontrar a quién infectar si las políticas de salud continúan apuntando solo hacia medidas de prevención superficiales. Sin importar cuántas máscaras o vacunas se ponga una persona con obesidad, siempre estará en riesgo si continúa comiendo y bebiendo calorías en exceso.
Gracias por leer y compartir.
Xiomara Spadafora
P.S. Si desea leer más sobre la obesidad visite este enlace https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/obesity/symptoms-causes/syc-20375742
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