El domingo pasado las pantallas del mundo transmitieron un show con el mejor efecto especial del año; la inesperada equivocación a la hora de entregar el Oscar a la Mejor Película en el Teatro Dolby de Hollywood. En lugar de nombrar como ganadora a la controversial Moonlight, los presentadores Faye Dunaway y Warren Beatty, anunciaron la favorita, La La Land.
Aunque me perdí la «metida de pata» en vivo y en directo–preferí ver la nueva temporada de Homeland–ví los videos la mañana del lunes. Inmediatamete pensé en Steve Harvey. Donde quiera que él haya estado, debió saltar de la felicidad por haberse quitado por fin la corona del peor presentador de premios televisados. Continuar leyendo «Zapatero a sus zapatos»