El jueves pasado leí la noticia de una madre caleña, quien llevó a su hijo a comparecer ante las autoridades, luego de darse cuenta de que éste había participado en actos de vandalismo en contra del sistema masivo de transporte de Cali, MÍO.
Además de vivir la desilusión de ver a su hijo convertido en un delincuente juvenil, esta madre ejemplar tendrá que pagar dos multas–ya que su hijo es menor de edad–las cuales suman más de un millón de pesos por la violación de dos artículos del Código de Policía.
Al terminar de leer la historia sentí una admiración profunda por esta Mamá Sargento. Espero de corazón que su hijo valore lo que ella hizo por él: salvarle la vida. Tal vez no de la muerte inmediata, pero si de las garras de una vida delictiva que lo consumiría por el resto de sus días. Continuar leyendo «Lecciones para la vida»