El lunes pasado me pasó algo inesperado. Estaba en la línea vehicular de pedidos de un restaurante de comida rápida ordenando un café y unas papitas fritas. Luego de hacer mi pedido, avancé en la fila y quedé detrás de un automóvil Mazda blanco esperando mi turno para pagar.
Mientras la conductora del carro recogía su comida, pidió otras cosas y se demoró más de lo que yo esperaba. Ofuscada me dije, «¡Eh, Pero le está comprando a toda la ciudad!«. Hasta me atreví a criticar su afiliación política por la calcomanía que tenía pegada en el guardabarros trasero.
Cuando llegué a la ventana y le pasé mi tarjeta de crédito a la cajera me respondió sonriendo: «La señora de adelante ya pagó«. Mientras ví el Mazda alejándose de mi hasta perderse en el tráfico, sentí algo indescriptible; una mezcla de sorpresa y verguenza que me conmovió hasta la lágrimas. Sin poder darle las gracias personalmente, le pedí a Dios que multiplicara su generosidad. Continuar leyendo «Tolerancia es Sinónimo de Generosidad»