
En marzo de 2015 un jurado de Los Ángeles, California, falló a favor de los herederos del legendario Marvin Gaye, luego de determinar que Robin Ticke y Pharrell Williams plagiaron la música para recrear el súper éxito de 2013, «Blurred Lines».
Desde el inicio de ambas canciones–«Blurred Lines» y «Got To Give It Up«–cualquier oído sin ningún entrenamiento musical encuentra similitudes muy marcadas. Por esta razón, la demanda de más de siete millones de dólares tenía una argumentación sólida.
Pero lo que pasó la semana pasada en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid en contra de Shakira, Carlos Vives y Andrés Eduardo Castro, es un ejemplo perfecto de oportunismo. Continuar leyendo «Pedaleando la fama ajena»