Durante el fin de semana festivo tuve la fortuna de compartir tiempo con dos de mis mejores amigas –una, compañera de aventuras de la Facultad de Comunicación Social en la Universidad Javeriana de Bogotá, y la otra, su prima que vive en Miami y que conocí cuando me mudé a los Estados Unidos. Debido a la distancia que existe entre las tres, el punto medio de encuentro siempre es la casa de la que vive en Orlando.
Mi esposo y mi hijo se quedaron en casa y me dieron el día libre–¡cosa que jamás había ocurrido y que ahora pienso hacer más seguido!–para viajar a Orlando y encontrarme con mis «mosqueteras». Desde mi llegada y durante 20 horas continuas, las tres amigas hablamos sin parar de todo lo que nos había ocurrido en los últimos dos meses. Como diría uno de mis tíos que en paz descanse: «Éstas viejas están jugando La que respira pierde la palabra«. Continuar leyendo «Volverá a Florecer»