Mamá Olímpica

Xiomara Spadafora Love of Gold

Desde que era una niña me han fascinado los Juegos Olímpicos. Por esta razón, el viernes pasado me vi la inauguración completa de los juegos de Río 2016 en la cual, además de aprender historia de Brasil y los nombres de un montón de nuevos países, me enteré también de que «Pasarela de Súper Modelo en Tacones» es una nueva disciplina deportiva.

Hablando en serio, durante el fin de semana vi varias competencias femeninas y masculinas de ciclismo, voleibol de playa, gimnasia y natación, este último el deporte de la norte americana Danna Vollmer.

Esta increíble atleta–ganadora de la medalla de oro en los 100 metros mariposa de los Juegos Olímpicos de Londres 2012–regresó a la piscina luego de tener a su bebé para defender su récord mundial. Sin embargo, fue derrotada por la sueca Sarah Sjöström (ganadora del oro) y la canadiense Penny Oleksiak (ganadora de plata), ambas jovencitas de dieciséis años de edad.

Antes de empezar la carrera, la transmisión incluyó una biografía de la campeona en la cual, aparecía con su bebé de diecisiete meses y su esposo, hablando sobre los cambios en su vida luego de convertirse en mamá. Al final de la entrevista, los jueces llamaron a sus marcas y la chicharra anunció la partida. Aunque Vollmer braceó como un albatroz en una emocionante carrera, llegó a la meta 1.15 segundos muy tarde.

Dana Vollmer perdió el oro, su récord mundial y se tuvo que conformar con el bronce. No puedo decir con certeza qué le pasó por la mente, pero su cara mostró un poco de desilusión. Aunque no soy una atleta olímpica, la emoción del momento atravesó la pantalla del televisor y me hizo reflexionar sobre algo que me identificó con ella.

La maternidad es la experiencia más hermosa y gratificante de mi vida, pero inevitablemente ocupó el espacio de los objetivos profesionales a los que aspiraba cuando estaba más joven. Después de casarme, aunque todavía estaba trabajando, mi mente estaba enfocada en construir una familia. Luego mi hijo nació y decidí quedarme en casa para no perderme ninguno de sus “primeros momentos”.

Si bien es cierto no me arrepiento de mis decisiones, no puedo evitar sentir un poco de frustración. Desde el comienzo reconocí mis limitaciones y supe que, si quería hacer un buen trabajo como mamá, no podía trabajar.

Nunca he sido una persona que pueda hacer varias cosas a la vez y mi obsesión con la perfección me hace mi peor crítica. Aunque lo intenté, no podía concentrarme en nada y solamente pensaba en las necesidades de mi bebé. La decisión más inteligente fue quedarme en casa.

Como resultado me entregué al cuidado de mi hijo, mi esposo, mis perros y mi casa. ¿Y yo? Me dejé–voluntariamente–para después.

Claro está, después no significó para siempre. Hace más de un año y medio empecé a trabajar en nuestra empresa familiar y hoy dirijo el área de servicio al cliente de nuestra compañía de seguros. Adicionalmente, diseñé y lancé este blog para escribir todos los miércoles, llueve, truene o relampaguee. Mi marido y mi hijo saben muy bien que, si estoy escribiendo solo me pueden interrumpir si están en peligro de muerte o de lo contrario yo misma los estrangulo.

Vollmer se tuvo que conformar con la medalla de bronce, pero alcanzó otra increíble meta en tiempo récord. Cinco meses después de dar a luz, perdió 50 libras y recuperó la figura de una campeona para clasificar a los juegos de Rio.

Compitió con atletas adolescentes, quienes todavía se pueden dar el lujo de pensar solamente en sí mismas. Ser mamá cuesta la mitad del corazón y la mitad del cerebro. Si bien es cierto Dana Vollmer no se colgó otra medalla de oro en el cuello, si tiene cargado en los brazos un tesoro que vale su precio en oro: su pequeño hijo.

Gracias por leer y compartir.

Xiomara Spadafora

Esta columna fue patrocinada por BrightComp. La Solución Inteligente de Worker’s Compensation. Llame Hoy! (888)208-8119

 

5 respuestas a «Mamá Olímpica»

  1. Cualquier sacrificio que hagamos por nuestros hijos, se ve recompensado viendolos crecer y disfrutando el día a día. Este blog, como lo dices, es tu escape de la rutina y tus lectores te damos las gracias por entretenernos cada semana. Felicitaciones! 👍🏻

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  2. Excelente tu columna. Felicidades. A muchas madres nos toca compartir el rol de mamá con el de trabajadora aunque nos cueste hacer varias cosas a la vez. La vida no te deja alternativa. Siempre dedicar calidad al tiempo que dedicamos a nuestros hijos da buenos resultados. Verlos crecer sin vicios respetando al prójimo graduarse y ser buen profesional indica que hicimos un buen trabajo.

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  3. En verdad que ser mamà es el oficio màs lindo que realizamos con amor y casi nadie valora. Hasta los propios hijos se olvidan de los desvelos y la entrega de una madre. Solo cuando se invierten los roles y de hijos pasamos a padres es que en realidad entendemos lo que vale una madre.
    Excelente columna. Felicidades

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